Pellón para bordado: el soporte indispensable para un buen bordado
El pellón es un material indispensable para obtener un buen resultado en tu bordado. Se trata de una tela que se coloca entre la tela a bordar y la cabeza de la bordadora, que ayuda a estabilizar la tela.
Beneficios del pellón para bordado
Estabiliza el tejido: El pellón ayuda a que el tejido no se arrugue ni se deforme durante el bordado, lo que garantiza que las puntadas queden uniformes y bien definidas.
Ayuda a que las puntadas queden más firmes: El pellón proporciona una base firme para las puntadas, lo que las hace resistentes al deterioro.
Facilita el trabajo del bordador: El pellón hace que el trabajo del bordador sea más fácil y rápido, ya que no tiene que preocuparse de que el tejido se dañe.
Características
Grosor: El grosor del pellón se mide en gramos por metro cuadrado (g/m2). Cuanto mayor sea el grosor, más estable será el tejido y más firmes serán las puntadas.
Tipo: Hay tres tipos principales de pellón para bordado: el pellón desgarrable conocido comúnmente como tearaway; pellón corte tijera (grueso) y el pellón soluble al agua.
Color: El pellón suele ser principalmente blanco y en ocasiones negro, para que no sea visible a simple vista en la prenda que se ha colocado.
Cómo elegir el ideal
El tipo y el grosor del pellón que se debe elegir dependen del tipo de tela a bordar y de la complejidad del bordado.
Para telas finas, se recomienda utilizar un pellón tearaway y/o soluble, de grosor ligero o medio.
Para telas industriales, como la mezclilla es recomendable un pellón soluble.
Es indispensable tener en cuenta el presupuesto con el que se cuenta para elegir un pellón, pues existen diferentes precios y calidades, que se adaptan a las necesidades que se tenga.
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